LA FAMILIA: UNA UNIDAD CON DIFERENCIAS MARCADAS

Respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas.
Pero sólo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada.
Lucas 10:41,42
En la familia, hay personas diferentes en carácter, intereses y talentos. Es necesario que se conozcan las diferencias individuales entre los miembros de una familia para mantenerla unida y encaminada por las sendas del Señor. Esas diferencias no necesariamente han de ser motivo de conflicto entre la familia.

En la Biblia tenemos referencia de una familia que amaba y era amada por el Señor Jesús.

1.- LA FAMILIA QUE RECIBIÓ AL SEÑOR EN SU CASA. Lucas 10:38.
Esta es la familia de Lázaro, María y Martha, el verso dice que le recibieron en su casa. Una familia aprende a conocer la diferencias individuales es una familia que ha recibido al Señor en su casa. La Biblia en Apocalipsis 3:20 dice: He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo. Dios muestra la manera de recibir al Señor en casa, basta con que uno escuche la voz del Señor y abra esa puerta para que el Señor entre y empiece a tomar posesión de una familia, para dirigirla, darle paz, seguridad y vida eterna. El Señor en ese momento empieza a tratar con cada uno de los miembros de la familia de manera distinta.

2.- HAY DIFERENCIAS ENTRE LOS MIEMBROS DE LA FAMILIA. Lucas 10:38-42.
Todas las personas que conforman una familia son diferentes en carácter, sentimientos, gustos, etc.
En el caso de la familia que estamos tratando en la Biblia, encontramos diferencias entre las dos hermanas, Marta y María:
a.- María… Sentándose a los pies de Jesús oía su palabra. (Verso 39) La acción de María demuestra una actitud tierna, de completa sumisión, de un compromiso integro con el Señor Jesús, de buscar aquello que es lo único que puede darle completa seguridad en su vida diaria y también para la eternidad: La Palabra del Señor. La única que podía darle paz y sosiego.
b.- Pero Marta se preocupaba con muchos quehaceres, y acercándose dijo: Señor, ¿no te da cuidado que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude. (Verso 40) En la actitud de Martha encontramos cierto reclamo al Señor, una diferencia muy grande entre Marta y María. Mientras una quería ocuparse de las cosas del Señor, la otra se preocupaba por las cosas terrenales. Mientras una quería crecer espiritualmente, la otra buscaba quedar bien con los invitados. Mientras una quería conocer más al Señor, la otra se preocupaba tal ves por el que dirán los demás.
Esa diferencia se puede dar como un posible conflicto. Si no se sabe tratar con sabiduría como lo hizo el Señor.
Nosotros muchas veces nos comportamos como Marta, oramos y decimos que confiamos en el Señor, que dependemos totalmente de Él, pero en la práctica hacemos todo lo contrario. Por ejemplo: no nos congregamos en los servicios regulares de la iglesia, no hacemos la obra de Dios por falta de Tiempo, (siempre estamos ocupados) siempre llegamos tarde, nunca oramos y si oramos queremos ordenarle a Dios que es lo queremos que haga con nosotros, en lugar de esperar a su divina voluntad, siempre criticamos a los que trabajan para la obra, etc. etc.


c.- Marta, Marta, afanada y turbada estas con muchas cosas. Pero solo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada (Verso 41,42) Al parecer Marta, se dejó abrumar por el deseo de querer agradar al Señor y a los demás de acuerdo a su propia forma o manera. Pero el Señor le responde que es mejor, atender a la obra de Dios que estar preocupándose por otras cosas. Ahora Marta estaba sirviendo al Señor, pero entonces ¿Por que no lo hacia con gozo? ¿Por qué se queja del servicio a los demás?
Marta escogió lo mejor, recibir todas las bendiciones posibles mientras tenía cerca al Señor y Él dice que es muy importante lo que María esta haciendo y que tendría muchas bendiciones.

3.- Las cosas que unen a la familia. (Juan 11:17-23)
Siempre hay situaciones que unen mucho a las familias, en este caso tenemos a Lázaro el hermano de María y de Marta.
a.- Vino, pues, Jesús, y halló que hacía ya cuatro días que Lázaro estaba en el sepulcro.(V. 17)
Este era un momento de mucho dolor para las hermanas, mucha gente había venido a consolarlas, pero no acudió de inmediato, por que el buscaba la gloria de Dios (11:1-6) Cuando al fin llegó a Betania, de nuevo vemos la diferencia entre las dos hermanas. En este caso vemos una unión de pensamiento entre las dos hermanas: “Señor si hubieses estado aquí mi hermano no habría muerto” Tal vez las dos hermanas estuvieron lamentándose de la misma forma, lo cierto es que este pensamiento las unió completamente. Son diferentes la una de la otra pero las une ahora una profunda fe en el Señor.

4.- Cada uno debe poner de su parte. (Juan 12:3-5)
Ahora cada miembro de la familia pone de su parte en el servicio del Señor, cada uno de ellos esta cumpliendo su labor, sirviendo al Señor de corazón y sin reclamos, ni envidias, ni egoísmos, ni nada que los pueda alejar de la presencia del Señor.
Lázaro sentado a la mesa con Él, haciéndole los honores como corresponde a todo hombre cuando hay un invitado en casa, a Marta sirviendo con amor y sin reproches, ni reclamos y a María otra vez mostrando el profundo amor por su Salvador, ungiendo sus pies con perfume y enjugándolo con sus cabellos. Ellos demostraron su servicio al Señor cada uno como le gustaba hacerlo, todos con un mismo propósito: Tener comunión con su Salvador.
Son muchas y muy diversas las diferencias que se pueden presentar entre los miembros de una familia, son muchos los problemas que se pueden presentar individualmente en cada persona, por que cada persona tiene una personalidad diferente. Pero cada uno de esas diferencias, problemas y personalidades diferentes en las personas se puede llegar a tener unión y comprensión cuando en el centro esta el Señor Jesucristo, tratando con cada uno de ellos en particular.

Próximo estudio: Las funciones de cada miembro de la familia.
Versículo clave: Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios la cabeza de Cristo. 1ª Corintios 11:3
Lecturas bíblicas:
Colosenses 2:8-10; 1ª Corintios 11:3; 7:1-5; 1ª Pedro 3:1-7; Proverbios 22:6; Colosenses 3:18-25; Proverbios 4:10-19; Génesis 45:1-28.